Historia:
Se conoce como
reinos burgundios un período histórico de la Alta Edad Media en que el pueblo
germánico de los burgundios alcanzó su auge establecido en el valle del
Ródano,1 comprendiendo un amplio territorio localizado al sureste de la actual
Francia, el norte de Italia y casi toda Suiza, conocido como Burgundia.
Los burgundios
fueron un pueblo de origen escandinavo, que tras un primer paso por las tierras
del Vístula, se habían asentado en la zona próxima a Worms a principios del
siglo V, tras el asalto de las tribus germánicas de la frontera del Rin. En el
año 443 fueron reasentados dentro de los límites del Imperio Romano como pueblo
foederati, pero su independencia finalizó en 534, sometidos a los francos
merovingios.
Asentamiento
de Worms:
Tras cruzar el
limes del Rin (406), los burgundios bajo Gundahario se establecieron hacia 413
en torno a Worms, Estrasburgo y Espira,2 y obtuvieron reconocimiento por el
emperador Honorio.
Desde estas
posiciones se aliaron con el usurpador Jovino para expandir sus territorios,
pero fueron detenidos temporalmente por Aecio. En 437, el mismo Aecio favoreció
que un ejército huno destruyera el reino burgundio de Worms.
Asentamiento
en Sapaudia:
Por razones no
citadas en las fuentes, en 443 se les concedió, por segunda vez, a los
burgundios la consideración de foederati. Aecio más que frenar el avance de los
alamanes en la meseta suiza, quería asegurar algunos de los importantes pasos
alpinos, como el Valais, y la conexión Rin-Ródano, que garantizaban la
circulación entre la península Itálica y la Galia y Germania. Al tiempo
disponía de una reserva militar para controlar la Galia.
Un nuevo rey,
Gondioc, presumiblemente hijo de Gundicar, parece haber reinado a la muerte de
su padre.4 En total, desde ese momento ocho reyes burgundios de la casa de
Gundicar gobernarán el reino hasta que sea tomado definitivamente por los
francos en 534.
Los burgundios
fueron reasentados en Sapaudia («país de los abetos»), un área localizada algo
más al sur del anterior asentamiento de los burgundios, allende la gran curva
del Rin, en la parte meridional de la Maxima Sequanorum. Al este, curso abajo
del Ródano, se encontraban los alanos en torno a Lugdunum (hoy Lyon).5 No corresponde
con ninguna región actual y comprendería los cantones suizos de Ginebra, Vaud y
Neuchâtel y las regiones francesas próximas («savoyardes»), en lo que sería el
germen de la actual Saboya. Era un amplio territorio que se extendía desde la
meseta del Aar hasta el Rin, delimitado geográficamente por el río Ain, el
Ródano, el Lago Lemán, el Jura y el río Aar y que incluía los lagos de Morat,
Neuchâtel y Leman y ciudades como Ginebra, Noviodunum (o «Colonia Iulia
Equestris», actualmente Nyon), Avenches (Aventicum, antigua capital de la
Helvetia) y Vindonissa (uno de los principales campamentos romanos que
protegían antiguamente el limes del Rin y que había sido sede de la Legio XIII
Gemina y la Legio XXI Rapax, y que en ese momento ya había sido abandonado y
ocupado por la población civil, y que corresponde con la actual Windisch).
Desde sus
nuevas bases en Ginebra, los burgundios se expandieron hacia el sur por el
valle del Ródano, y hacia el norte por el valle del Saona,1 en particular,
alrededor de Dijon y «Augustodunum» (la fortaleza de Augusto, la actual Autun).
Federados del
Imperio:
Como aliados
de Roma en sus últimas décadas, los burgundios lucharon junto a Aecio y una
confederación de visigodos y otros pueblos en la contienda que se libró contra
Atila en la batalla de Chalons (también llamada Batalla de los Campos
Cataláunicos) en el año 451. La alianza entre burgundios y visigodos parece
haber sido fuerte, ya que Gondioc y su hermano Chilperico I también acompañaron
en 455 a Teodorico II a Hispania para luchar contra los suevos (Jordanes,
Getica, 231).
Asimismo en
455, una ambigua referencia —infidoque Tibi Burdundio ductu (Sidonio Apolinaren
Panegyr. Avit. 442.)— implica a un inidentificado traidor caudillo burgundio en
el asesinato del emperador Petronio Máximo, en el caos que precedió al saqueo
de Roma por los vándalos. El patricio Ricimero fue también culpable; este
evento marca la primera indicación de la relación entre los burgundios y
Ricimero, el nuevo Magister militum y gobernante de facto del Imperio de
Occidente en los años que siguieron. Para fortalecer alianzas, casó a una
hermana suya con Gondioc, rey de los burgundios, y el hijo de ambos,
Gundebaldo, crecerá bajo su tutela. (John Malalas, 374)
Los
burgundios, aparentemente confiados en su creciente poder, negociaron en 456
una expansión territorial y un nuevo reparto de poder con los senadores locales
romanos (Mario de Avenches).
En 457,
Ricimero derrocó a otro emperador, Avito, y situó a Mayoriano en el trono. Este
nuevo emperador resultó inútil tanto para Ricimero como para los burgundios: al
año de su ascensión, el general romano Egidio, enviado por Mayoriano, los
despojó de las tierras que habían adquirido dos años antes y recuperó Lyon.
Después de mostrar más signos de independencia, fue asesinado por Ricimero en
461, y ese mismo año, los burgundios, que seguían expandiéndose, recobraron
Lyon, que pasó a ser una de las sedes de su reino (con Vienne y Ginebra).
Algunos años
más tarde, en 472, Ricimero —en ese momento yerno de Antemio, emperador de
Occidente— se asoció con Gundebaldo para matar a su suegro; Gundebaldo decapitó
al emperador (al parecer, personalmente). (Crónica Gallica 511; Juan de
Antioquía, fr. 209; Jordanes, Getica, 239). Ricimero nombró entonces a un nuevo
emperador, Olybrius, pero ambos murieron en unos meses, sorprendentemente de
causas naturales. Gundebaldo parece haber sucedido a su tío como patricio, y su
nombramiento como magister militum le permitió ejercer como hacedor de
emperadores, situando a Glicerio en el trono (Marius de Avenches, Juan de
Antioquía, fr. 209). El emperador de la parte oriental, León I, no aceptó este
nombramiento y designó a Julio Nepote como emperador en la parte occidental. En
474, Gundebaldo abandonó Italia y huyó hacia Burgundia.6
Unidad de los
reinos burgundios[editar]
Hacia 480,
falleció el rey Chilperico I de Burgundia sin hijos, y le sucedieron -siguiendo
las costumbres hereditarias de los pueblos germánicos- sus cuatro sobrinos. Y
aunque se repartieran el gobierno del reino, no dividieron el territorio:6
Gundebaldo recibió la parte principal y estableció su sede en Lyon; Godegisilo
la fijó en Genava(Ginebra); Chilperico II en Valentia Julia y Gundemaro II en
Colonia Julia Vienna (Vienne). (Gregorio, II, 28), aunque en algún momento
parece que los tres hermanos pudieron vivir todos en Ginebra y luego cambiaran
de ciudad.
En esos años
la pujanza romana se estaba debilitando y los burgundios habían ampliado
significativamente su reino. Es probable que una alianza con los alamanes —que
avalan la similitud en la organización del poder y un cierto sincretismo
cultural7— les hubiera permitido su expansión conjunta en el dominio
galorromano después de la caída del Imperio. Sin embargo, la unificación de su
territorio no era todavía evidente, ya que los burgundios habrían adoptado un
modo de organización similar al de los alamanes, con co-reinos en las
principales ciudades ganadas a los galorromanos, que además de las capitales ya
citadas (Lyon, Vienne, Valence y Ginebra) incluirían Vindobona y «Vesontio» (la
actual Besançon), posiblemente compartida con los alamanes.
La unidad sí
era clara, sin embargo, para el ejército burgundio en campaña, lo cual fue
favorable para realizar nuevas conquistas: por el sur, la Sapaudia llegó a la
Provenza en luchas contra el reino visigodo, también un reino en plena
constitución y con el que en el año 478 sellaron un acuerdo fijando la frontera
en el Durance. La separación montañosa de la cordillera de los Alpes les aisló
del reino de Odoacro en Italia (y después del reino ostrogodo que le sucedió).
El 4 de
septiembre de 476, cuando el jefe hérulo Odoacro depuso al último emperador
Rómulo Augústulo, finalizó el Imperio Romano de Occidente. En ese momento la
Sapaudia puede considerarse ya un verdadero reino que se extendía por todo el
valle del Ródano hasta (Lyon), por el sur hasta la Provenza y los Alpes
—ganaron el control total del Valais y los pasos alpinos—, y al este a casi
toda Suiza.
Al norte, los
burgundios remontaron el Saona a finales del siglo V hasta alcanzar el
territorio de otro de los pueblos foederati, los francos. Las tribus francas,
rodeadaspor otros pueblos invasores —sajones por el norte, alamanes por el
este, burgundios por el sureste y visigodos por el suroeste, Aquitania y a lo
largo del Loira— se vieron forzadas a establecer entre ellas un pacto casi de
supervivencia: los reinos francos surgidos de los Salios y unificados por
Clodoveo I trataron las amenazas de sus vecinos, una por una, al principio del
siglo VI, hasta lograr imponerse a todos ellos.
De acuerdo con
Gregorio de Tours, los años que siguieron al retorno de Gundebaldo a Burgundia
vieron una sangrienta consolidación de su poder,8 aunque esto es cuestionado
por otros historiadores, como J. B. Bury, que señala problemas en gran parte de
la cronología de los acontecimientos que relata Gregorio.9
Gundebaldo no
se contentó con su parte y se volvió en contra de sus hermanos con la esperanza
de convertirse en rey único. En 486 mató a Gundemaro, aunque se sabe poco de
este encuentro, ya que no hay menciones específicas en las fuentes. Siete años
después, en 493, asesinó a su otro hermano, Chilperico II, ahogó a su esposa y
sus dos hijas fueron exiliadas: una de ellas, Crona, se convirtió en monja y la
otra, Clotilde, se refugió con su tío Godegisilo. Este acordó en 493, en una de
las alianzas matrimoniales tan queridas por los pueblos germánicos, de acuerdo
con Gundebaldo, su matrimonio con el rey de los francos, Clodoveo I (ella haría
posible la conocida conversión al catolicismo del rey franco).
Con las
muertes de Gundemaro y Chilperico II, Gundebaldo llegó a ser el rey único de
Burgundia, manteniendo su hermano Godegisilo el gobierno de los burgundios en
Ginebra. En el año 494, Gundebaldo casó a su hijo Segismundo con Ariagne, una
hija ilegítima del rey ostrogodo Teodorico el Grande —en ese entonces ya
poderoso rey de Italia, que propiciaba este tipo de alianzas matrimoniales para
convertirse de facto en rey de los pueblos germánicos—, sellando así una
alianza que le permitirá extender su poder sobre el sudeste de la Galia (norte
de la actual Italia, el oeste de Suiza y el sudeste de Francia), logrando la
enemistad de los francos. Hacia 499, su hermano Godegisilo parece haber pactado
con Clodoveo I para derrocarlo del trono.
Hacia el 500,
cuando Gundebaldo y Clodoveo fueron a la guerra y se enfrentaron en la batalla
de Dijon, Gundebaldo confiaba en que su hermano vendría con refuerzos y no en
que se uniría a los francos. Juntas, las fuerzas de Godegisilo y Clodoveo
aplastaron al ejército de Gundebaldo, aunque él logró huir, perseguido por
Clodoveo, hasta Avignon. (Marius a. 500; Gregorio, II, 32) Gundebaldo se temió
lo peor con el ejército de Clodoveo a sus puertas. Envió a uno de sus hombres,
llamado Aridio, para convencer a Clodoveo de que le repusiese en el trono a
cambio de un tributo anual, petición a la que Clodoveo parece haber accedido.
Gundebaldo, temporalmente confinado en Avignon, pudo volver a reconstruir su
ejército y, rompiendo el acuerdo con Clodoveo, sitió a su hermano Godegisilo en
la ciudad de Vienne. Con el hambre, Godegisilo expulsó a la gente común de la
ciudad, y un indignado artesano, buscando venganza, se dirigió a Gundebaldo,
que con su ayuda irrumpió en la ciudad por un acueducto. Godegisilo fue
asesinado en el año 501 en una iglesia arriana junto con el obispo de la
ciudad.
Tanto si
Gundebaldo y Clodoveo reconciliaran sus diferencias, como si Gundebaldo se
viera forzado a algún tipo de vasallaje por la anterior victoria de Clodoveo,
Gundebaldo hizo la paz con los francos y aparece ya como único rey de los
burgundios (por ejemplo, Gregorio, II, 33). En 507 los habría ayudado en la
victoria sobre los visigodos de Alarico II, en la que los francos, tras cruzar
el Loira hacia Tours, los enfrentaron en una llanura próxima a Poitiers en la
Batalla de Vouillé. Convertido al catolicismo, Gundebaldo murió pacíficamente,
sucediéndole su hijo Segismundo en 516. (También tuvo otro hijo: Gundemaro III,
que sucedería a su hermano después de su muerte en 524.)
La caída del
reino[editar]
Artículo
principal: Guerra de Burgundia
Burgundia,
como integrante de los reinos francos en el siglo VI después de la guerra de
Burgundia.
En
un primer momento aliado de los francos y los ostrogodos, a Segismundo le costó
mantener tales alianzas. La situación estalló en el año 522, cuando tras haber
contraído segundas nupcias con Constance, Segismundo hizo asesinar a su propio
hijo Sigerico, después de acusarle de amparar un complot con su abuelo
Teodorico, aunque probablemente para eliminarle de la sucesión real. La muerte
de ese nieto deterioró aún más sus relaciones con los ostrogodos, ya en
entredicho tras la conversión de Segismundo al catolicismo (los ostrogodos
seguían siendo arrianos). La alianza entre burgundios y ostrogodos se vio
suspendida y Teodorico ocupó el territorio entre el Durance y el Isère.
La
guerra con los francos, conocida como Guerra de Burgundia (523-524), comenzó
ese año de 523 a instancias de Clotilde, que vio llegado el momento de vengar
la muerte de padre y tío. Sus tres hijos, Clodomiro, Childeberto I y Clotario I
—ya reyes francos herederos a la muerte de su padre Clodoveo—, organizaron una
expedición contra los burgundios. Segismundo los dirigió contra la invasión
pero, derrotado, tuvo que huir para buscar refugio en la Abadía de Agaune
(ahora Saint-Maurice en el Valais): se puso el hábito de monje y se escondió en
una celda. Allí fue capturado por Clodomiro, que lo llevó como prisionero y
garantía, una vez acabada la expedición, junto a su familia, a Orleans, su
capital. Los tres hermanos volvieron a sus reinos, dejando algunas guarniciones
en Burgundia.
El
otro hermano de Segismundo, Gundemaro III, logró regresar triunfalmente a la
cabeza de las tropas enviadas por su aliado y pariente, Teodorico el Grande,
con el que consiguió rehacer su alianza y recuperar Burgundia, hizo masacrar a
las guarniciones dejadas por los francos y se proclamó rey.
El
1 de mayo de 524 Clodomiro hizo entonces arrojar, en Orleans, a un pozo a
Segismundo y a sus dos hijos, Gisald y Gondebaud (Marius d'Avenches)10 Luego, a
la cabeza de las tropas francas, se embarcó en una segunda expedición contra
los burgundios y los ostrogodos. Durante esa segunda expedición, Clodomiro
perdió la vida en la Batalla de Vézeronce el 25 de junio de ese mismo año. Sus
tres hijos fueron recogidos por su madre hasta que se casó con Clotario I, que
los hizo matar, quedando vivo solo Clodoaldo, porque huyó. Este, mejor conocido
con el nombre de Saint Cloud, se hizo abad de Nogent prefiriendo renunciar a su
cabellera, símbolo de la realeza, antes que a la vida.
Los
francos se retiraron de Burgundia en ese momento y dieron temporalmente la
lucha por finalizada. Después de la muerte de Teodorico, en agosto de 526, los
francos se volvieron contra los burgundios, de 526 a 532, cuando finalmente
perdieron la Batalla de Autun y también, y para siempre, su independencia
política. Teodeberto, rey de Reims, recibió el norte (Langres, Besançon, Autun,
Châlon, Aventicum-Vindonissa, Octodurus); Childeberto, rey de París, el centro
(Lyon, Mâcon, Vienne, Grenoble y quizás Ginebra y Tarentaise); y Clotario, rey
de Soissons, presumiblemente el sur hasta la Durance. Desde entonces, Burgundia
formará parte de los reinos de la Dinastía Merovingia, y los mismos burgundios
serán absorbidos también.
Población
y colonización del territorio:
El
tamaño de la población burgundia establecida en Sapaudia en 443 ha sido
ampliamente debatido, con muy diversas estimaciones. A partir de los
aproximadamente 80.000 burgundios que llegaron a orillas del Rin en 370, de los
20.000 abatidos en 436 y los 3.000 que habrían derrotado a 10.000 hunos en la
orilla derecha del Rin en 430,11 se infiere una gran población que habla de una
ola de inmigración masiva.
La
comparación con otras tribus bárbaras «foederati» instaladas en el Imperio o
con otros pueblos germánicos da unas estimaciones más bajas, que van desde
25.00012 (incluidos 5.000 guerreros)13 a una población entre 5.000-10.000 (con
1.000 o 2.000 guerreros). Por su parte, el estudio demográfico de los cementerios
arroja una evaluación de toda la población del reino burgundio entre
300.000-500.000 habitantes (de los cuales alrededor de 80.000-100.000 estarían
en la parte oriental suiza), repartidos en una área de aproximadamente
50.000-60.000 km2. Los burgundios representarían, según algunos autores, entre
un tercio y una décima parte de la población de Sapaudia, pero entre el 5-10% a
menos del 1% de todo el reino.
Después
de establecerse en Sapaudia en 443 y en la provincia de Lyonnaise en 457, las
tropas burgundias probablemente fueron consideradas como «hospites»
("huéspedes") en virtud de las disposiciones legales relativas al
acantonamiento de las tropas romanas. Este sistema parece haber dado paso a
continuación a la cesión de una parte de los ingresos fiscales, sin cambiar la
propiedad de la tierra, y luego a una transferencia de bienes inmobiliarios,
como queda reflejado en la manera de fijar el reparto definida por la «lex
Burgundionum». Este reparto asignaba a los burgundios las dos terceras partes
de tierra cultivable, un tercio de los esclavos y la mitad de las casas,
granjas, jardines, bosques y pastos.
Como
los invasores eran una minoría, no podían imponer su idioma, pero algo
influyeron en el latín hablado por los habitantes de la zona. Más adelante, una
nueva ola de transformaciones lingüísticas condujo a la gradual desaparición de
latín hablado, que se transformará en diversos dialectos franco-provenzales que
se designan despectivamente con el término "patois". Esta
transformación idiomática se desarrollará entre los siglos V y IX.
La
integración extremadamente rápida de los burgundios y la ausencia de artesanado
propio hace difícil identificarlos sobre la base de criterios arqueológicos,
debiendo de considerarse indirectamente según el territorio donde ejercieron su
soberanía —que cubriría unas 32 ciudades—, el aire cultural —manifestado sobre
todo en las muestras de la vida cotidiana, como en algunas costumbres y
particularidades de la vestimenta romano-burgundia—, y finalmente en los
propios asentamientos burgondios en sentido estricto, donde estaría el grueso
de los grupos de inmigrantes. La evidencia arqueológica de estos asentamientos
se encuentran especialmente en la zona de Ginebra y en el territorio de
Sapaudia.
Los
elementos más característicos de su vestimenta son las fíbulas germánicas
antiguas (fíbulas encabezadas por aves, fíbulas arqueadas), collares de hierro,
pequeños pendientes. Además destacan por los espejos de metal de origen
oriental y por los cráneos deformados artificialmente, que originalmente fueron
atribuidos a los contactos que tuvieron con los hunos. El estudio de los
cementerios de Sézegnin y de Monnet-la-Ville (Jura) mostró que los burgundios
compartieron sus lugares de enterramiento con la población romana.
Las
leyes burgundias:
Los
burgundios dejaron tres códigos legales, que se encuentran entre los primeros
promulgados de cualquiera de las tribus germánicas. Durante el periodo de
revueltas, en algún momento entre el 483-501, Gundebaldo comenzó a establecer
la Lex Gundobada, promulgando aproximadamente la primera mitad, que se basaba
en la Lex Visigothorum". (Drew, p. 1) A raíz de la consolidación de su
poder, entre 501 y su muerte en 516, Gundebaldo publicó la segunda mitad de su
ley, que era genuinamente más burgundia.
El
«Liber Consitutionum sive Lex Gundobada» (Libro de la Constitución a raíz de la
Ley de Gundobado), también conocida como la Lex Burgundionum, o más simplemente
la Lex Gundobada o el Liber, se publicó en varias partes entre 483 y 516,
principalmente por Gundebaldo, y también por su hijo, Segismundo. (Drew, p.
6-7) Es un registro del derecho consuetudinario burgundio y es un ejemplo
típico de los códigos de derecho germánico de ese período. En particular, el
Liber toma mucho prestado de la Lex Visigothorum (Drew, p. 6) y más tarde
influyó en la Lex Ribuaria. (Rivers, p. 9) El Liber es una de las fuentes
primarias para conocer la vida contemporánea burgundia, así como para la
historia de sus reyes.
Al
igual que muchas de las tribus germánicas, las tradiciones jurídicas burgundias
permitían la aplicación de leyes distintas para distintas etnias. Así, además
de la Lex Gundobada, Gundebaldo también emitió (o codificó) un conjunto de
leyes para asuntos romanos del reino burgundio, la Lex Romana Burgundionum (El
Derecho Romano de los burgundios).
Además
de los códigos anteriores, el hijo de Gundebaldo, Segismundo, publicó más tarde
la Prima Constitutio.
Cristianización:
En
algún momento de su estancia en las tierras orientales del Rin, los burgundios
habrían abandonado su politeísmo germánico y se habrían convertido al
arrianismocomo sus vecinos los gépidos. Esta forma de cristianismo resultaría
una fuente de sospecha y desconfianza entre ellos y el entonces ya católico
Imperio Romano de Occidente. Esas divisiones estaban, evidentemente, curadas o
en curación hacia el año 500, como muestra Gundebaldo, uno de los últimos reyes
burgundios, que mantenía una estrecha amistad personal con Avitus, el católico
obispo de Vienne. Por otra parte, el hijo y sucesor de Gundebaldo, Segismundo,
se convirtió él mismo en el año 515, fundó la Abadía de San Mauricio de Agauno,
fortaleciendo así su conversión y la de su pueblo —hay numerosas pruebas de
ello, incluyendo la conversión de varias mujeres destacadas de la familia gobernante—
después del Concilio de Nicea.